En primer lugar, debe tenerse en cuenta que existe una posible cura. Sin embargo, es drástico ya que implica neurocirugía, a menudo eliminando una parte del cerebro donde se encuentra la fuente de la epilepsia. Como resultado, solo se favorece en los casos más extremos: donde la epilepsia es frecuente e incontrolable por otros métodos, y donde se puede encontrar el foco. El tratamiento con medicamentos antiepilépticos sigue siendo el método preferido para tratar la afección.
La respuesta simple es que es como tratar de encontrar una cura para el resfriado común. La gran variedad de manifestaciones, orígenes, causas, factores desencadenantes, etc. conforman una desconcertante variedad de posibilidades que deben abordarse. La epilepsia no es una afección única (de hecho no es una afección en absoluto): es un conjunto de posibles síntomas que manifiesta daño al cerebro de alguna manera, y eso incluye los accidentes cerebrovasculares y los cánceres cerebrales. Además, algunas epilepsias son idiopáticas; su causa no se puede encontrar, aunque generalmente son tan tratables como cualquier otra. Esta es también una razón por la cual existe una variedad de antiepilépticos disponibles: el antiepiléptico debe ajustarse al tipo de epilepsia. Por ejemplo, la carbemazepina es razonablemente eficaz contra varias epilepsias, pero es inútil contra las ausencias.