¿Qué causa la disociación? ¿Y qué curas están allí si están presentes?

Los trastornos disociativos generalmente se desarrollan como una forma de lidiar con el trauma. Los trastornos se forman con mayor frecuencia en niños sometidos a abuso físico, sexual o emocional a largo plazo o, con menos frecuencia, en un entorno hogareño que es atemorizante o altamente impredecible. El estrés de la guerra o los desastres naturales también pueden provocar trastornos disociativos.
La identidad personal aún se está formando durante la infancia. De modo que un niño es más capaz que un adulto de salirse de sí mismo y observar el trauma como si le estuviera sucediendo a otra persona. Un niño que aprende a disociarse para soportar un período prolongado de juventud puede usar este mecanismo de afrontamiento en respuesta a situaciones estresantes a lo largo de la vida.

La psicoterapia es el tratamiento principal para los trastornos disociativos. Esta forma de terapia, también conocida como terapia de conversación, asesoramiento o terapia psicosocial, implica hablar sobre su trastorno y problemas relacionados con un proveedor de salud mental.
Su terapeuta trabajará para ayudarlo a comprender la causa de su afección y a formar nuevas formas de enfrentar las circunstancias estresantes. Con el tiempo, su terapeuta puede ayudarlo a hablar más sobre el trauma que experimentó, pero generalmente solo cuando tiene las habilidades de afrontamiento y la relación con su terapeuta para tener estas conversaciones de manera segura.
Aunque no existen medicamentos que específicamente tratan los trastornos disociativos, su médico puede recetar antidepresivos, medicamentos contra la ansiedad o medicamentos antipsicóticos para ayudar a controlar los síntomas de salud mental asociados con los trastornos disociativos.