“¿Podría estremecerte la cabeza causar una conmoción cerebral leve? ¿Es posible que el cuello genere suficiente fuerza?
“Nunca digas nunca”, pero no parece probable. La conmoción cerebral generalmente resulta de la aplicación de una fuerza externa significativa, como la que ocurre en un accidente automovilístico o una caída en la que la cabeza choca contra una superficie dura como el pavimento.