Lo más probable es que no sea alérgico al “polvo”, sino a las partículas (polen y ácaros del polvo) que se alimentan de lo que llamamos polvo. Comienza con tu dormitorio, porque aquí es donde pasas 1/3 de tu vida. Debe usar ropa de cama alergénica (funda de colchón, funda de almohada y fundas de edredón) y mantener su habitación libre de cortinas, plantas, animales y textiles. Haga que alguien (preferiblemente no usted) limpie las superficies de las habitaciones y el piso diariamente con agua y vinagre blanco. Intenta evitar pasar la aspiradora. Dúchese o báñese antes de acostarse para deshacerse de toda la acumulación en su piel y cabello de su día. Vístete y desviste en una habitación diferente a la de tu dormitorio y cámbiate de ropa todos los días.
Si encuentra que estas soluciones ayudan a su alergia, extiéndalas a toda su casa.