Durante la lucha, las hormonas liberadas en nuestro cuerpo enmascaran el dolor en gran medida. Gritar en voz alta durante la pelea también enmascara el dolor un poco. Mientras que luchar contra el dolor puede ser el resultado de lesiones infligidas. Cuando se establece el dolor, tendemos a ignorar los estímulos de otros órganos de los sentidos (principalmente la vista y el oído) lo que lleva a lesiones adicionales y a perder la batalla. Es más importante aprender a mantener los sentidos equilibrados en lugar de aprender a enmascarar el dolor de forma deliberada. Entrenar y entrenar con un compañero también ayuda a disminuir los estímulos de dolor. ¡El alcohol, la nicotina y otras drogas pueden ayudar a enmascarar el dolor, pero existe la amenaza de perder la pelea si el luchador contrario es un verdadero luchador!
Para minimizar las lesiones durante la pelea, nunca uses tu puño, patea o inicia una pelea en el suelo.