Los signos y síntomas de la enfermedad hepática incluyen:
- Piel y ojos que parecen amarillentos (ictericia)
- Dolor e hinchazón abdominal
- Hinchazón en las piernas y los tobillos
- Picazón en la piel
- Color oscuro de la orina
- Heces pálidas, o heces con sangre o color alquitrán
- Fatiga cronica
- Náuseas o vómitos
- Pérdida de apetito
- Tendencia a hematomas con facilidad
Síntomas de enfermedad hepática
Más de cien tipos diferentes de enfermedad hepática se conocen actualmente y los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo de si un paciente tiene hepatitis, enfermedad hepática alcohólica, enfermedad del hígado graso o cirrosis, por ejemplo.
Además, los síntomas no siempre son obvios en las primeras etapas de la enfermedad hepática. Los síntomas pueden ser leves e inespecíficos, como pérdida de apetito, fatiga, malestar general, náuseas y vómitos o pérdida de peso. Por lo tanto, tales síntomas pueden pasarse por alto fácilmente en un paciente con enfermedad en estadio temprano.
A medida que progresa la enfermedad hepática, sin embargo, algunas características clínicas clave que pueden manifestarse incluyen:
Dolor en el abdomen superior derecho
El dolor y la incomodidad se pueden sentir en la parte superior derecha del abdomen donde se encuentra el hígado. El dolor puede ser causado por el tamaño del hígado que crece debido a la acumulación de grasa, inflamación aguda o cualquier lesión que pueda expandir y estirar la membrana sensible que cubre el hígado.
Hepatomegalia
La enfermedad hepática puede alterar el flujo sanguíneo en el hígado o causar tumores (benignos o malignos) que se acumulan en la masa del hígado. Algunas de las causas más comunes de hepatomegalia son cáncer metastásico, hepatomegalia, enfermedad del hígado graso y cirrosis.
Ictericia
La ictericia está indicada por una coloración amarillenta de la piel, el blanco de los ojos y las uñas. Esto se debe a que el hígado dañado no procesa adecuadamente la bilirrubina, el producto de desecho que se produce cuando los glóbulos rojos viejos se descomponen. Un exceso de bilirrubina se acumula en la sangre y se deposita en la piel, lo que causa la decoloración amarillenta.