La investigación que encontró un vínculo con la enfermedad de Alzheimer y los cambios en los cerebros de los ratones inyectados con “tejido” de una persona con Alzheimer no se han replicado, ni se ha realizado ninguna investigación desde que se haya avanzado en la comprensión del proceso de la enfermedad. Todo es especulación en este punto, basado en un conjunto de parámetros de investigación.
De hecho, tenemos más pruebas de que los miembros de la familia de las personas que desarrollaron la enfermedad no tienen mayor riesgo de estar cerca de la persona, no de abrazarlos, besarlos, alimentarlos, bañarlos, incluso tener relaciones sexuales con ellos.
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