La vía de administración intravenosa implica la infusión de sustancias líquidas como electrolitos, medicamentos, sangre transfundida, expansores de volumen y directamente en la vena, lo que conduce a su suministro rápido e ininterrumpido al torrente sanguíneo.
En el caso de la vía oral, el metabolismo de primer paso demuestra ser un obstáculo importante en la administración rápida de la droga. El primer paso del metabolismo, un proceso en el que un fármaco administrado por vía oral se absorbe desde el tracto gastrointestinal y se transporta a través de la vena porta al hígado, donde se metaboliza. Como resultado, en algunos casos, solo una pequeña proporción del fármaco activo alcanza la circulación sistémica y su tejido objetivo deseado. Este proceso es esquivado o eludido a través de la ruta IV. En consecuencia, su biodisponibilidad , es decir, la fracción de fármaco inalterado que llega a la circulación, es del 100%.
Por lo tanto, es una ruta más rápida y más eficiente en comparación con la oral, que asegura una mejor disponibilidad de la sustancia infundida al tejido objetivo.