¿Los condones, si se usan correctamente y si no se rompen o resbalan, son 100% confiables y eficaces para prevenir el VIH en hombres homosexuales?

No, incluso cuando se usan de manera correcta y sistemática, los condones no son 100% efectivos en la prevención de la transmisión del VIH, no es profiláctico (salvo la abstinencia). En un estudio, EXPLORE, realizado entre 1999 y 2001 con 3102 hombres, la eficacia del preservativo para prevenir la transmisión fue del 86% para el sexo anal; en otro, VAX004, fue del 59% (véase: “CROI 2013: el uso constante de preservativos detiene el 70% de las infecciones por VIH, dice el CDC”). Tenga en cuenta que los datos de uso del condón son, naturalmente, autoinformados y, por lo tanto, pueden no ser 100% confiables.

La transmisión del VIH a través del sexo oral es mucho menos probable, pero aún existe un riesgo. Las formas en que puede reducir este riesgo incluyen no permitir que el semen de una persona VIH + entre en contacto con su boca (incluyendo el uso de barreras como condones) y asegurarse de no tener llagas abiertas o heridas en la boca (esto incluye posibles pequeños causados al usar hilo dental, así que evite hacerlo bien antes de practicar sexo oral). Aquellos que realizan cunnilinggus en personas VIH + también deben ser conscientes del riesgo de estar expuestos a la sangre de su pareja en el momento de la menstruación.

El riesgo con los besos es aún menor, pero aún no es cero. La saliva es un portador pobre del VIH. Sin embargo, la sangre puede transmitirse a través de besos si hay llagas o heridas en la boca, incluyendo nuevas abrasiones que pueden ser causadas por los besos. Hay pocos casos

Ninguna forma de profilaxis es 100% efectiva, salvo la abstinencia, por lo que el término “sexo seguro” es preferible al término “sexo seguro”. Comprenda los riesgos, tome las precauciones necesarias y hágase las pruebas regularmente. Aquellos que están en alto riesgo de contraer el VIH también pueden considerar tomar PrEP (junto con otras medidas de sexo más seguro), después de hablar con un profesional médico, por supuesto (que yo no).