El principal riesgo de la metanfetamina no es la hepatotoxicidad, sino la neurotoxicidad. Adderall, por otro lado, no es directamente neurotóxico y no ha mostrado evidencia de neurotoxicidad en dosis terapéuticas durante períodos prolongados. Los mecanismos de neurotoxicidad todavía se están investigando, pero se sabe que la metanfetamina eleva la temperatura del cerebro y daña las neuronas dopaminérgicas.
Tenga en cuenta que cualquier anfetamina en cantidades sustanciales, incluido Adderall, puede causar neurotoxicidad debido al aumento de la producción de especies reactivas de oxígeno.