En teoría, solo uno es suficiente. Las matemáticas del crecimiento exponencial significan que incluso un solo virus o bacteria puede replicarse rápidamente lo suficiente como para causar la enfermedad.
Sin embargo, la probabilidad de que un patógeno individual supere nuestros mecanismos naturales de defensa (como la capa de moco en nuestros pulmones que atrapa y mata a los microbios) es bastante baja. Si una persona está expuesta a una gran cantidad de agentes patógenos, hay una mayor probabilidad de que uno de ellos se deslice a través de las defensas y cause enfermedades.