Sí. En la medicina moderna, se usan para restaurar la circulación de las extremidades amputadas durante la microcirugía y en los trastornos circulatorios, ya que previenen la coagulación. Sin embargo, pueden ser reemplazados por ‘sanguijuelas mecánicas’.
Históricamente se usaban principalmente para “dejar sangre”, que es un tratamiento inútil o peligroso para la mayoría de las enfermedades.
La sanguijuela es inestimable en microcirugía cuando se enfrenta con las dificultades de volver a unir las venas diminutas. Las orejas tienen venas tan pequeñas que, en el pasado, nadie fue capaz de volver a unirlas con éxito. Luego, en 1985, un médico de Harvard tuvo grandes dificultades para volver a colocarle el oído a un niño de cinco años; las pequeñas venas se mantienen coaguladas. Decidió usar sanguijuelas y se guardó la oreja.
“En el caso de la sanguijuela en medicina, creemos que podemos mejorar la naturaleza”, dice Nadine Connor, una científica de la Universidad de Wisconsin en Madison que en 2001 ayudó a desarrollar la sanguijuela mecánica. El dispositivo, que se parece un poco a una botella pequeña unida a una ventosa, administra un medicamento anticoagulante al tejido dañado y luego succiona suavemente tanta sangre como sea necesario. Y, a diferencia de las sanguijuelas reales, la versión mecánica es insaciable y puede eliminar tanta sangre como los médicos consideren necesaria (las sanguijuelas reales se caen cuando se llenan de sangre).
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