Las cicatrices en el tímpano cambiarán la forma en que escuchas y altera las frecuencias a las que respondes. Piense en el ruido que hace un tambor y ahora imagine cómo sonaría si dejara caer algo de pegamento o pintura sobre él y le permitiera configurarlo; sonaría de manera diferente y la claridad disminuiría.
Así que, por esta razón, la cirugía del tímpano siempre debe ser un recurso permitido, y la inserción repetida de tubos es menos prudente que investigar por qué se producen pérdidas auditivas conductivas.
La pérdida de audición en los niños es cada vez más común – L4L