Los genetistas clínicos y los pediatras están más estrechamente involucrados en el manejo de las enfermedades genéticas.
No estoy seguro de si lo que quiere decir con “trastornos metabólicos” concuerda con mi definición, pero las afecciones como los trastornos del almacenamiento de glucógeno y las mucopolisacaridosis vuelven a ser competencia del genetista clínico (dirige a la familia) y del pediatra (trata al paciente).