El diagnóstico diferencial es un proceso en el que se puede hacer una lista de las posibles causas de la enfermedad del paciente. Es un ‘proceso’ y funciona en cada paso de interacción con un paciente. Uno hace el diagnóstico diferencial en cada paso, como en el siguiente ejemplo.
El Sr. A se presenta con dolor en el pecho. Podría ser una infección pulmonar, ataque cardíaco, gastritis, causas de la pared torácica, herpes zoster, etc.
Historia: ¿hay fiebre y tos? Probablemente sea una infección. ¿Hay dolor de pecho previo al esfuerzo? Probablemente sea una causa cardíaca, y así sucesivamente.
Examen: ¿hay crepitaciones y sibilancias con fiebre? Probablemente sea una infección. ¿Hay una erupción cutánea en una distribución particular? Podría ser herpes Zoster.
Puede decidir o descartar las posibles causas que conducen a los síntomas en función de lo anterior. Puede que no brinde un diagnóstico EXACTO, pero le da un orden de probabilidad para cada diagnóstico posible.
Esto continúa con las investigaciones que usted ordene, por lo que en cada paso, tiene una lista de causas en mente, y la probabilidad de cada causa cambia constantemente según las respuestas o hallazgos que obtenga. Si el historial es bueno, el orden de los diferenciales ya está más o menos fijado en esa etapa, confiando menos en las investigaciones.