Es perfectamente seguro, pero no terriblemente útil. Los narcóticos son una opción realmente terrible para una migraña. No abortan la migraña. Simplemente administran temporalmente el dolor y, además de eso, aumentan las posibilidades de que la migraña de rebote sea peor que la migraña con la que comenzó.
Toradol, compazine o reglan y benadryl (con zofran si tiene náuseas) son un cóctel mucho mejor que la morfina.