Mi experiencia con Tramadol fue muy pobre, sin alivio del dolor. Por otro lado, alivió una habituación, un anhelo, que se había desarrollado después de largos períodos de opiáceos después de múltiples cirugías posteriores a un reemplazo de una articulación infectada. Además, el farmacéutico consideró que se trataba de una especie de opiáceo, que supongo que se refiere a “narcótico”.
La implantación quirúrgica de electrodos cerca de las ramas espinales que transmiten señales de dolor ha tenido un buen éxito, según he oído. Pero hay posibles inconvenientes serios.