La pregunta implica que el gobierno podría no querer divulgar las noticias de un brote de enfermedad mortal por una variedad de razones relacionadas con el bienestar público. Una razón para no anunciar un brote es evitar el pánico generalizado. Otra es asegurar que los trabajadores de la salud puedan hacer su trabajo sin ser estigmatizados porque trabajan con víctimas de enfermedades.
Si bien la Constitución requiere que el Congreso provea para el bienestar general, no proporciona directrices sobre cómo hacerlo. Mucha gente no creería un anuncio del Congreso de que hubo un brote porque no confían en que los políticos comprendan la ciencia médica.
Por tanto, la respuesta es no. Las agencias gubernamentales responsables de la salud pública deciden si se anuncian o no “brotes” de enfermedad en función de la gravedad de la enfermedad, la probabilidad de que otros se infecten y otros factores. Pueden decidir no hacer un anuncio general. No hay ley que diga que deben hacerlo.