Es imposible saber, con la información que ha proporcionado, qué condiciones aumentarían la tasa de actividad de la enzima. Con respecto al pH, la actividad dependería del estado de ionización de los residuos de aminoácidos del sitio activo, y estos pueden ser ácidos o básicos (un pH variable mayor o menor afectaría los estados de ionización de los residuos ácidos y básicos de distintas maneras). Además, el pH puede afectar la estabilidad de las enzimas; cambios drásticos podrían desnaturalizar la molécula. La temperatura también es un crapshoot: dependiendo de la fuente del organismo de una enzima, la temperatura más alta o más baja puede ser susceptible a una mayor actividad. Por ejemplo, es probable que las enzimas de bacterias termófilas vayan a ser más activas a altas temperaturas que las enzimas de E. coli que podrían desnaturalizarse a las mismas temperaturas.
En realidad, si quiere encontrar condiciones bajo las cuales una enzima es la más activa, tendría que hacer una selección sistemática de las condiciones (es decir, temperatura, pH, concentraciones de sal, diferentes sales, diferentes sustratos, etc.). Debido a que esto puede requerir demasiada mano de obra, la mayoría de las personas que estudian las enzimas eligen condiciones de amortiguación razonables que de alguna manera imitan el entorno in vivo y trabajan desde allí (después de lo cual cambian sistemáticamente las condiciones).