Es posible falsificar los síntomas de un ataque cardíaco: dolor de pecho aplastante, dificultad para respirar, náuseas y sudoración.
Sería difícil exagerar los signos clínicos de un ataque cardíaco. No habría cambios en el ECG ni un aumento en los niveles de troponina que serían evidentes en un ataque cardíaco genuino.