Para entender la posición de la Iglesia Católica, debes entender varias enseñanzas de la Iglesia.
- La humanidad está destinada a amar a Dios con todos nuestros corazones, mentes, almas y fuerza. También debemos amar a nuestros vecinos, pero son secundarios en importancia para Dios.
- Debido a (1), a uno nunca se le permite hacer un acto pecaminoso (una ofensa contra Dios) incluso para un buen objetivo (ayudar a otras personas).
- El propósito de la sexualidad es la unidad entre los cónyuges y la apertura a la procreación entre ellos.
- No es pecaminoso abstenerse de tener relaciones sexuales, pero debido a (3), es pecaminoso involucrarse en el sexo puramente por placer y frustrar deliberadamente su propósito a través de la anticoncepción artificial. No existe un derecho humano a la expresión sexual de ninguna manera preferida.
- Promover un acto pecaminoso, incluso si no cometes el acto en sí mismo, es en sí mismo una ofensa contra Dios.
- Combinando todo lo anterior, si una persona no puede o no quiere cuidar a un niño, esa persona debe abstenerse de la actividad sexual, no usar anticoncepción. La Iglesia no debería promoverlo, sin importar cuánto beneficio secular proporcione, debido al daño espiritual.
Cristo enseña “¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, y en el proceso perder su alma?” La Iglesia dice: “Si no quieres cambiar tu alma por el mundo entero, ¿por qué cambiarla por la habilidad de tener ¿sexo?”