Supongo que lo que el interlocutor quiere decir por fracaso es un resultado adverso o la pérdida de un paciente.
La forma en que los cirujanos responderían dependerá de su experiencia, resultados previos y personalidad. Los cirujanos suelen ver las operaciones como sus obras de arte.
Cada cirujano se sentirá decepcionado y volverá a pensar el procedimiento en su mente para entender qué se podría haber hecho mejor. Un joven cirujano también estaría plagado de dudas sobre sí mismo y se preguntaría “soy lo suficientemente bueno”, mientras que un cirujano experimentado se centraría solo en lo que podría hacerse mejor.
La próxima etapa es la culpa en la que el cirujano se culpará a sí mismo por el resultado negativo. Esto ocurre más a menudo en casos de cirujano único que cuando un equipo quirúrgico realiza el procedimiento. La discusión dentro del equipo ayuda a revisar el proceso y calmar rápidamente cualquier sensación errónea de culpabilidad personal.
A medida que pasa el tiempo y particularmente después de la auditoría, la mayoría de los cirujanos pueden racionalizar la situación y avanzar con la silenciosa promesa de hacer lo que sea posible para no dejar que la situación los revise, pero entendiendo que ningún hombre ni un cirujano es infalible.
Pocos cirujanos, sin embargo, no pueden seguir adelante y necesitan asesoramiento o cambio de especialidad.