¿Puede una infección viral en la garganta o en el sistema linfático afectar el cerebro y sus funciones, como todas las emociones, sentimientos, memoria y mucho más?

Sí, el sistema inmune en realidad interactúa bastante íntimamente con el sistema nervioso central de forma recíproca. El sistema inmune es capaz de producir un comportamiento de enfermedad a través de la producción de moléculas proinflamatorias tales como Interleucina-1 (IL-1), Interleucina-6 (IL-6), Factor de Necrosis Tumoral Beta (TNF-ß), Interferón alfa, y prostaglandinas. Si bien la mayoría de estos compuestos tienen dificultades para atravesar la barrera hematoencefálica en grandes cantidades, los macrófagos meníngeos y las células del hipotálamo y la amígdala están expuestos a estas señales proinflamatorias.

Los cambios de comportamiento durante el comportamiento por enfermedad incluyen una preferencia por los carbohidratos, una menor ingesta de alimentos y proteínas, letargo, malestar general, depresión y dificultad para concentrarse. [1] Por estas razones, el papel de la inflamación se ha examinado en la depresión, con neuroimagen, [2] tratamiento y hallazgos bioquímicos [3] que respaldan la idea de que la inflamación desempeña un papel en al menos potenciar la depresión. [4]

Notas a pie de página

[1] Comportamiento de la enfermedad inducido por citoquinas: mecanismos e implicaciones.

[2] La inflamación causa cambios de humor a través de alteraciones en la actividad cingulada subgenual y la conectividad mesolímbica

[3] Un metanálisis de las diferencias en IL-6 e IL-10 entre personas con y sin depresión: explorar las causas de la heterogeneidad.

[4] Depresión: ¿una enfermedad inflamatoria?

Sí. Las infecciones virales provocan que las células del sistema inmune innato produzcan y liberen citocinas, moléculas altamente bioactivas que atraen las células del sistema inmune adaptativo pero también cruzan la barrera hematoencefálica e interactúan con las células cerebrales. La razón por la cual las personas tienen fiebre con una infección viral tiene que ver con las acciones de las citocinas en el hipotálamo, que controla la temperatura corporal. Esto a menudo también hace que uno se sienta soñoliento y letárgico y puede alterar el estado de ánimo.

Probablemente no, a menos que llegue al cerebro, excepto si causa una fiebre que sube demasiado, lo que puede afectar adversamente esos problemas.