Los tipos más comunes de taquicardia son la fibrilación auricular y la taquicardia supraventricular paroxística o TSVP. La fibrilación auricular ocurre cuando las dos cámaras superiores del corazón generan impulsos eléctricos desorganizados que hacen que estas cámaras se estremezcan o fibrilen. Como consecuencia, se contraen ineficazmente para llenar los ventrículos debajo de ellos, disminuyendo el gasto cardíaco. Este bajo gasto cardíaco se puede observar en una presión arterial baja o hipotensión.
Hay otro tipo de taquicardia auricular llamada aleteo auricular que es similar a la fibrilación auricular, pero en el aleteo auricular la conducción eléctrica es más organizada y menos caótica.
La fibrilación auricular y el aleteo pueden ser indicativos de una enfermedad cardíaca subyacente, pero no siempre.
La TSV paroxística es una frecuencia cardíaca anormalmente rápida que puede ser causada por una anomalía congénita en el sistema eléctrico del corazón. Esto también puede provocar hipotensión como resultado de un gasto cardíaco reducido.
Si bien la taquicardia puede ser una respuesta compensatoria a la presión arterial baja, también es una causa de presión arterial baja. Esto se debe a que una frecuencia cardíaca ventricular rápida disminuye el tiempo de llenado entre los latidos del corazón, lo que reduce el gasto cardíaco y la presión arterial. Además, la fibrilación auricular reduce el llenado ventricular de las aurículas, que normalmente contribuyen con alrededor del 30% del gasto cardíaco, denominado patada auricular.
La taquicardia en general también puede ser el resultado del ejercicio, el estrés y la medicación. Si su familiar está tomando medicamentos, sería una buena idea revisar este medicamento, saber para qué sirve cada uno y alentarlo a que discuta los posibles efectos secundarios con su médico.