Algunas causas ambientales del cáncer documentadas por la comunidad científica son carcinógenos en la dieta, el aire, el agua, la radiación y el tabaco. Los carcinógenos provocan la mutación de células sanas a células mutantes donde tales mutaciones crean un tren desbocado de tumores de crecimiento rápido o cánceres de sangre como la leucemia y los mielomas. Se han encontrado grupos de población de cáncer en EE. UU. Alrededor de vertederos de desechos tóxicos denominados sitios Superfund. Y, por supuesto, Chernobyl es un hervidero de cánceres debido a la radiación masiva que es, y será letal durante cientos de años.
Además de los factores ambientales, la genética inherente nos hace más susceptibles a ciertos cánceres. Las mujeres con antecedentes de cáncer de mama y de ovario en su familia ahora son evaluadas para los marcadores genéticos BRAC1 y BRAC2.
Si se refiere a factores estresantes mentales, no se ha probado ni clínicamente que sean carcinogénicos porque no es posible cuantificar conceptos como la preocupación, la depresión y la ansiedad con ninguna referencia que pueda aplicarse en todos los seres humanos. Incluso en el mejor de los casos con gemelos idénticos que han tenido idénticas experiencias longitudinales en entornos controlados de forma idéntica, los factores estresantes que pueden conducir al cáncer no pueden determinarse como idénticos en términos de cómo cada gemelo los percibe y aborda, y el tipo de mecanismos de afrontamiento cada uno emplea en el nivel subconsciente.
Sin embargo, eso no quiere decir que una vida sembrada de estrés frecuente e intenso no contribuya al cáncer. Como animales, seguimos siendo propensos a los instintos de lucha o huida al experimentar amenazas. Hoy, las amenazas vienen en forma de seguridad laboral / dinero, miedo al rechazo, pérdida de un ser querido, trastorno de estrés postraumático y todo tipo de presiones mentales y emocionales donde ni el vuelo físico ni la lucha son apropiados. No obstante, los niveles elevados de cortisol y adrenalina que normalmente emplearíamos para escapar de las amenazas aún existen e incluso implosionan dentro de nosotros. Esto puede contribuir a nuestras “peleas” internas en forma de insomnio, úlceras, presión arterial alta, comer demasiado o poco, abuso de alcohol / drogas y tendencias sociopáticas. Como tal, una vida plagada de estrés constante puede de hecho producir enfermedades, incluido el cáncer.