Las personas que creen que Trump son víctimas de la enseñanza de la familia, la comunidad, los maestros, los predicadores y la radio hablan de cosas como:
Estados Unidos solía ser “bueno”. La vida solía ser “buena”. El cambio es malo
El gobierno es malo Todo el dinero de los impuestos se desperdicia.
Las personas de color de piel o religión diferente a la nuestra son malas, inferiores o criminales.
No tenemos los buenos trabajos, mucho dinero o una vida cómoda porque otros, como demócratas, inmigrantes y países nos lo han quitado.
Las personas que tienen grandes cantidades de dinero son más inteligentes y superiores a las personas comunes.
Las personas de Trump eligen creer y defender esta información y rechazan por falsa cualquier información que difiera de esta para mantener un nivel de comodidad y tranquilidad en sus vidas.
Las personas recuerdan escuchar los nombres, pero después de uno o dos meses no pueden recordar qué escucharon sobre una persona, por lo que no recuerdan si fue bueno o malo.
Estas personas fueron presas fáciles para alguien que prometió volver a ser como eran las cosas.
Trump no les dio detalles. Él prometió que lo sabía todo. Él prometió que no tenían que preocuparse.
Compran sus promesas y no pueden admitir que está engañando, robando y rompiendo promesas.
Eligen continuar creyéndole y niegan cualquier evidencia de lo contrario.
Han olvidado que los hospitales perdieron dinero y muchos tuvieron que cerrar o vender a organizaciones con fines de lucro antes de Obama Care. Ignoran la cantidad de personas que no habían recibido atención médica antes de que Obama se preocupara por expandir Medicaid. No parecen capaces de aceptar que están pagando un seguro de salud para protegerlos de una posible pérdida financiera. Han llegado a sentirse cómodos pagando seguro de auto, incendio y propiedad de vivienda durante décadas y nunca lo han usado. Son incapaces de aplicar esos hechos a la atención médica.
Creen en la realidad alternativa de Trump.