Los síntomas de una infección temprana por VIH son nulos hasta el evento de seroconversión. Este es el punto en el cual el sistema inmune del cuerpo produce anticuerpos que comienzan a combatir la infección.
Los síntomas en ese momento imitan una gripe leve a severa. Se resuelven en un par de semanas. Algunos experimentan ningún síntoma.
A partir de entonces, no hay síntomas de la infección por VIH hasta que el virus destruya a todos menos a unas pocas (menos de 200) de las células T del sistema inmune. En ese momento, uno recibe un diagnóstico de SIDA. Los síntomas a partir de entonces dependen completamente de cuál de las infecciones oportunistas se desarrolla.
Esos síntomas pueden incluir aftas, linfedema, sarcoma de Kaposi, ceguera gradual (infección ocular por CMV), encefalitis por CMV y encefalopatía por VIH. Es probable que haya omitido otros.