No se ha hecho mucha investigación sobre DMT porque el gobierno de los EE. UU. Declaró que era una sustancia de la Lista 1, totalmente ilegal de poseer o distribuir, y se necesita un permiso muy especial para estudiarla científicamente. Que el cerebro humano en sí produce esta sustancia química demuestra la naturaleza totalmente irracional de la Ley de Sustancias Controladas. TheCottonwood Research Foundation ha publicado un documento (que pronto aparecerá en el Journal Biomedical Chromatography ) que documenta la presencia de DMT en los cerebros de ratas vivientes. Durante décadas, los investigadores han planteado la hipótesis de que el DMT puede ser uno de los neuroquímicos responsables de la conciencia, los sueños y las experiencias visionarias. Se ha documentado que el DMT ocurre naturalmente en la sangre humana, pero esta no fue una prueba concluyente de que se produzca en el cerebro. La DMT está relacionada estructuralmente con la serotonina, la melatonina y la pinolina.
Teóricamente, DMT podría prolongar la vida al restringir el instinto de vuelo / lucha. Un mamífero que resultó herido cerca de la muerte, tal vez una víctima de un depredador, estaría mejor si dejara de luchar y conservara su energía.
Las historias clásicas de experiencias “cercanas a la muerte” indican la secreción de DMT. La luz blanca brillante, la reunión de seres extraños alrededor de la persona, las visiones de un cielo o un infierno indican alucinaciones inducidas por DMT.