Las fracturas por estrés son un tipo de lesión por uso excesivo. Estas pequeñas grietas en los huesos se desarrollan cuando los músculos se fatigan y ya no pueden absorber el impacto de los impactos repetidos. Cuando esto sucede, los músculos transfieren el estrés a los huesos, creando una pequeña grieta o fractura.
Las fracturas por estrés también pueden ocurrir con el uso normal si la osteoporosis o alguna otra enfermedad debilita los huesos y los deja vulnerables. Estas fracturas a menudo se llaman “fracturas por insuficiencia” porque no hay suficiente hueso para resistir el estrés normal del uso diario.
La mayoría de las fracturas por estrés ocurren en los huesos que soportan peso del pie y la parte inferior de la pierna. El sitio más comúnmente afectado es el segundo o el tercio de los huesos largos (metatarsianos) entre los dedos de los pies y el mediopié. Las fracturas por estrés también pueden ocurrir en el talón, el hueso externo de la parte inferior de la pierna (peroné) y el escafoides, un hueso en la parte superior del mediopié.
¿Quién está en riesgo?
- Los atletas que participan en deportes de alto impacto como atletismo, baloncesto, gimnasia, ballet o tenis, aquellos que manejan el Peachtree.
- Adolescentes cuyos huesos aún no se han endurecido por completo
- Las mujeres, especialmente las atletas, que tienen ciclos menstruales anormales o ausentes que pueden provocar la disminución de la masa ósea
- Reclutas militares que deben cambiar repentinamente de una vida civil sedentaria a un régimen de entrenamiento más activo
Signos y síntomas
- Dolor que se desarrolla gradualmente, aumenta con la actividad de soportar peso y disminuye con el descanso
- Hinchazón en la parte superior del pie o el tobillo externo
- Sensibilidad al tocar en el sitio de la fractura
- Posibles hematomas
Diagnosticando una fractura por estrés
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Si sospecha una fractura por estrés en su pie o tobillo, detenga la actividad y descanse el pie. Ignorar el dolor puede tener graves consecuencias y el hueso puede romperse por completo. Aplique una bolsa de hielo y eleve el pie por encima del nivel de su corazón. Trate de no poner peso en el pie hasta después de ver a un médico.
Las fracturas por estrés son difíciles de ver en los rayos X hasta que realmente comienzan a sanar. Su quiropráctico puede recomendarle una gammagrafía ósea, que es más sensible que una radiografía y puede detectar fracturas por estrés temprano.
Tratamiento de fracturas por estrés
El tratamiento dependerá de la ubicación de la fractura por estrés. La mayoría de las fracturas por estrés sanarán si reduce su nivel de actividad y usa calzado protector durante dos a cuatro semanas. Su quiropráctico puede recomendarle que use un zapato de suela rígida, una sandalia con suela de madera o un zapato ortopédico de fractura de pierna corta removible. Los atletas deberían cambiar a un deporte que ponga menos estrés en el pie y la pierna. Nadar y andar en bicicleta son buenas actividades alternativas.
Las fracturas por estrés en el quinto hueso metatarsiano (en el lado externo del pie) o en los huesos navicular o astrágalo demoran más en sanar, tal vez hasta seis u ocho semanas. Su ortopedista puede aplicar un yeso a su pie o recomendarle que use muletas hasta que el hueso se recupere.
Previniendo las fracturas por estrés
Debido a que las fracturas por estrés que no sanan adecuadamente pueden convertirse en rupturas completas del hueso y pueden convertirse en un problema crónico, es mejor prevenirlas en primer lugar. Esto es lo que puedes hacer:
- Mantener una dieta saludable. Coma alimentos ricos en calcio para ayudar a desarrollar la fortaleza ósea.
- Use el equipo adecuado para su deporte. No use zapatos para correr viejos o desgastados.
- Actividades alternativas Por ejemplo, puedes alternar trotar con natación o ciclismo.
- Aumente lentamente cualquier nueva actividad deportiva. Aumente gradualmente el tiempo, la velocidad y la distancia: un aumento del 10 por ciento por semana está bien.
- Si vuelve el dolor o la hinchazón, detenga la actividad. Descansa por unos días. Si el dolor continúa, consulte a un ortopedista o quiropráctico.
- ¡Ajustáte! Mantener el equilibrio de la columna vertebral es clave para mantener la forma de caminar y la postura e incluso la distribución del peso mientras se ejecuta.
A tu salud
Jennifer