Dejé de dar consejos porque cometí un error al no tener una biopsia real, una nota operativa y un escaneo de informes para revisar. Le dije a un buen amigo de una muy buena amiga cómo debería tratarse su cáncer de colon en estadio 3 durante una discusión de 30 minutos.
Un par de días llamó indignada después de consultar con su oncólogo tratante para informarme que lo que le había contado no se parecía en nada a lo que su consultor le recomendó.
Y por qué debería tener. Resultó que había obtenido un diagnóstico completamente erróneo y que en realidad había sido operada por un tumor del estroma gastrointestinal del íleon terminal, un GIST. Eso ni remotamente se acerca a un cáncer de colon, aunque los dos ocurren a solo centímetros el uno del otro.
Así que eso resultó en otros 30 minutos en el teléfono, incluyendo mi disculpa por dar malos consejos.
Me molestó dar malos consejos, pero cuando mencioné esto a nuestro proveedor de negligencia médica durante nuestra revisión anual, ella nos informó que somos responsables de cualquier consejo dado, como si la persona fuera un paciente que recibiera una consulta en la clínica. Es como si hiciera una consulta en la clínica sin revisar realmente los registros médicos pertinentes. Eso es aleccionador.
Entonces 2 razones por las que paré. Ahora dirijo las consultas sobre el tratamiento a una instalación de cáncer de buena reputación cerca de ellos y les deseo lo mejor.