Cómo recuperar linfocitos rápidamente y mejorar mi sistema inmunológico

La mayoría de nosotros no piensa mucho acerca de nuestro sistema inmune, pero hace un gran trabajo al atacar a los microbios malos todos los días. Eso también, siempre y cuando suministre el soporte que necesita. Hay muchas maneras de aumentar su inmunidad, desde comer manzanas hasta tener relaciones sexuales con regularidad.

Entonces, aquí hay una base para ayudarlo a mantenerse saludable:

  • Las mujeres son más propensas a tener enfermedades autoinmunes: según la investigación, las hormonas sexuales como el estrógeno son responsables de que las mujeres tengan una enfermedad autoinmune. Las células inmunes del cuerpo en realidad tienen receptores de hormonas sexuales a los que se une el estrógeno, lo que podría desencadenar una inflamación que hace que el sistema inmune tenga una sobrecarga. Las mujeres también pueden tener más células tipo B que hace que los autoanticuerpos ataquen el propio tejido del cuerpo, lo que a cambio es una buena noticia para algunas de estas enfermedades.
  • Nuestro intestino está conectado al sistema inmune: alrededor del 70 por ciento de las células que componen nuestro sistema inmune se encuentran en el revestimiento de su tracto digestivo. Las personas no se dan cuenta, pero su tracto gastrointestinal es una forma en que su cuerpo elimina las toxinas. El mejor método para mantener el sistema inmunitario y el sistema digestivo en buenas condiciones es comer limpio, lo que significa que se llenen alimentos bajos en azúcar procesada y ricos en fibra, como los granos integrales. Esto ayuda a fomentar un microbioma saludable en el intestino al promover el crecimiento de bacterias amigables.
  • El sexo, el estrés y el sueño afectan tus defensas: un estudio sugirió que tener relaciones sexuales puede reforzar los suministros de IGA, una proteína del sistema inmunitario que desempeña un papel fundamental para evitar que entren patógenos en el cuerpo y los ayuda a montar un ataque en el evento que ellos entren El estrés no solo lo hace más susceptible a los insectos, sino que también disminuye la capacidad de su cuerpo para controlar la inflamación, por lo que puede permanecer un poco más enfermo. Cuando ha estado estresado de forma crónica, su cuerpo aumenta la producción de cortisol, lo que puede tener un efecto negativo en el sistema inmunitario. Dormir menos de seis horas por la noche hace que las personas cuatro veces más propensas a enfermarse cuando se ven expuestas a un virus del resfriado que las que tienen al menos siete horas de sueño. Mientras duerme, las células T que combaten los virus aumentan en el torrente sanguíneo.
  • La inmunoterapia cambia el juego del cáncer: los ensayos clínicos han demostrado su eficacia en el tratamiento de formas de melanoma, linfoma y cáncer de pulmón, y se anuncia como el mayor avance desde la quimioterapia. Por otro lado, a diferencia de la quimioterapia, que usa medicamentos para matar las células cancerosas, la inmunoterapia aprovecha el sistema inmunológico de una persona para combatir las enfermedades. Su sistema inmune tiene los interruptores de encendido y apagado. En el momento en que se enciende, moviliza ciertas células, como las células T, para reconocer y atacar algo que no pertenece allí, como las células cancerosas. Pero cuando se apaga, ya no es capaz de matar las células cancerosas. Un tipo prometedor de inmunoterapia, llamada terapia de punto de control inmune, bloquea la señal de “apagado” para que su cuerpo tenga más tiempo para montar su propia defensa. No todos responden y la investigación sobre su eficacia para otros cánceres aún está en pañales. Pero a medida que se desarrollan los tratamientos, la inmunoterapia puede ofrecer una nueva esperanza a los 1,6 millones de personas diagnosticadas con cáncer cada año.
  • Los alimentos pueden ayudar a aumentar su inmunidad: estos refuerzos inmunes no son recientes. Tienen una sólida investigación detrás de ellos.
    Ajo: las personas que tomaron suplementos de ajo durante un período de tres meses tuvieron menos resfríos que aquellos que tomaron un placebo, según un estudio de 2014. Otro estudio encontró una reducción del 30 por ciento en el riesgo de cáncer de colon entre las personas que comieron mucho ajo crudo o cocido. Alcohol: La investigación sugiere que el consumo moderado (generalmente definido como una bebida al día para las mujeres) ayuda al sistema inmunológico. Pero el consumo excesivo de alcohol es diferente: los adultos que se dieron cinco inyecciones de vodka habían bajado en glóbulos blancos que combaten la enfermedad en cuestión de horas, según un estudio de 2015. Manzanas: la fruta es rica en fibra soluble, una sustancia que parece mejorar la inmunidad, según un estudio de la Universidad de Illinois. Los investigadores encontraron que los ratones que recibieron este tipo de fibra se enfermaron tanto como los ratones que no recibieron ninguno, y se recuperaron un 50 por ciento más rápido. Sopa de pollo: la sopa de pollo contiene carnosina, que es un compuesto de aminoácidos que ayuda a su cuerpo a combatir la gripe en etapas tempranas, según un estudio del American Journal of Therapeutics. Otra investigación ha demostrado que el tipo casero tiene un leve efecto antiinflamatorio.