Por sí solo, no ayuda mucho. Después de conseguir un trabajo, normalmente habrá capacitación sin prerrequisitos necesarios antes de realizar cualquier trabajo de primera línea.
Dependiendo de dónde viva, ser voluntario como primer asistente en grandes eventos (organizaciones sin fines de lucro como la Cruz Roja a menudo tienen programas como este) puede ser de mayor ayuda. Esto incluye capacitación, a veces más avanzada que la que se incluye en un curso normal de primeros auxilios, y la posibilidad de practicarla.
Lo que es importante cuando se postula para estos trabajos o cursos no es necesariamente el conocimiento de primeros auxilios en sí, sino la experiencia de proporcionarlo, aprender a no tener miedo de las personas angustiadas, aprender a comunicarse bien bajo presión y aprender a cuidar.