El embarazo. Cerca del 100 por ciento de las mujeres contrae esta condición desafortunada, y aunque es curable, reaparece con una frecuencia alarmante.
Peor aún, la condición a menudo resulta en un evento culminante denominado “parto”, que produce un molesto efecto secundario que involucra grandes desembolsos de dinero, noches sin dormir y responsabilidad crónica que puede durar 25 años o más.
Para hacerlo aún más grave, la enfermedad parece ser terriblemente sesgada por el género. Los hombres raramente, si alguna vez, sufren de eso.