Cuando deja de dormir, su vía mesolímbica se estimula y la dopamina se libera al cuerpo. Al principio, esto puede sentirse genial, pero cuando esta vía finalmente se desactiva, la corteza frontal de su cerebro se afecta lentamente y su respuesta a los estímulos se retrasa.
Tu cerebro y tu cuerpo necesitan dormir, y por mucho que pueda parecer una desventaja evolutiva, es parte de tu bienestar.