En este momento, los stents no son un sustituto del trasplante, pero se han utilizado para mejorar la función respiratoria en pacientes con tipos específicos de enfisema crónico.
Existen stents especiales, que en realidad son válvulas de una vía que se insertan en los grandes espacios no funcionales (ampollas) del pulmón que se forman en el enfisema para drenar el aire de estos orificios a otras partes del pulmón que funcionan mejor.
Una vez que estas ampollas han colapsado hacia abajo a través del orificio de ventilación de una vía, la teoría es que el resto del pulmón, que es sano, se expandirá y se hará cargo de la función, haciendo al paciente menos sin aliento. Sin embargo, debido a la naturaleza del tejido pulmonar, estas válvulas son muy propensas a bloquearse y, por lo tanto, tienen una vida útil limitada. Además, en realidad solo son útiles en pacientes con enfisema bulloso grande, no en pacientes con fibrosis quística u otras formas de enfermedad respiratoria crónica.