Se cree que el autismo es un trastorno familiar (se produce en familias) en lugar de ser heredado directamente por genes específicos. Nuestra herencia genética es una combinación infinitamente compleja de genes de nuestros padres, esencialmente una combinación de genes heredados de todos nuestros antepasados. Pero, solo ciertas combinaciones y secuencias de esos genes heredados se expresan (encienden) en cualquier individuo dado. Es por eso que nadie es un “clon” exacto de su padre, tío o bisabuelo.
El autismo implica la expresión de una compleja gama de genes, clústeres de genes y series de genes que generan los rasgos y atributos que vemos en los individuos autistas. Estos rasgos varían de leves a fuertes, lo que explica la gran variación dentro y entre la población con TEA (por lo tanto, el espectro).
Ejemplo: La incidencia de autismo se observa que es más alta en familias donde uno o ambos padres tienen altos niveles de introversión, conocimiento altamente desarrollado en áreas o campos específicos, intensidad pronunciada de intereses y ajuste social extraño o limitado (“nerds”) . De lo contrario, estos rasgos pueden notarse en una tía, un abuelo o parientes lejanos que se recuerdan como un poco “extraños”.
En el desafortunado caso de una “tormenta perfecta” en el linaje familiar, la herencia aleatoria y la expresión de estos genes pueden resultar en autismo severo, a diferencia de cualquier miembro de la familia anterior.
