¿Es seguro para mí hacer una tomografía computarizada con contraste si mis funciones renales están en duda?

Si sus riñones no funcionan bien, no es una buena idea realizar una TC mejorada con contraste. La función renal debe cuantificarse mediante una prueba de aclaramiento de creatinina, y si se considera que está por debajo del límite estipulado, contando en otras comorbilidades como la diabetes, es posible que no continúe. Otras modalidades como ultrasonido o MRI son preferidas en ese escenario. Las excepciones a esto son cuando los beneficios superan el riesgo, que depende de su médico para decidir.

Nunca haga una aventura así si no quiere terminar en diálisis (temporal o permanente)

La nefropatía por contraste es un riesgo grave para los riñones.

Una vez dicho esto, hay ciertas situaciones en las que se debe realizar una TC de contraste incluso con enfermedad renal. Pero eso se hace solo después del asesoramiento adecuado y las precauciones necesarias para salvaguardar la función renal.

Antes de hacerse una tomografía computarizada, cualquier centro médico competente debe realizar un control de creatinina; esto es especialmente importante si sabe que sus riñones no gozan de buena salud. Cada instalación tiene su propio límite para la función renal. Si sus niveles de creatinina están por encima del límite, entonces el contraste utilizado en la TC no causará daño a largo plazo. Sin embargo, si la salud de su riñón está en el límite, es aconsejable realizar una tomografía computarizada con contraste seguida de una infusión de 500 ml de solución salina normal. Esto ayudará a los riñones a mover las moléculas de yodo a la vejiga, donde pueden excretarse en la orina.

Depende de la necesidad clínica pero, por lo general, los profesionales de radiología dependen de su FG ESTIMADO (ml / min / 1.73 m2) o nivel de creatinina (Normal 0.1 – 1.4).
Si el nivel de creatinina es mayor que 2, no es seguro inyectarlo. Pero si el caso es aprobado por el radiólogo, los medios de contraste intravascular yodados deben administrarse con precaución a menos que el paciente esté en diálisis y anúrico. El médico de cabecera que refiere debe documentar la necesidad de contraste y que el beneficio del contraste supera el riesgo en la historia clínica del paciente.
En tales casos, se recomienda utilizar medios de contraste no iónicos de bajo osmolar con un volumen mínimo