¿Por qué la prescripción de narcóticos a largo plazo y la interrupción abrupta del medicamento no son ilegales si el paciente lo necesita?

Legal y ético puede no ser el mismo en esta situación. La ley básica que rodea la prescripción de Opiates prohíbe a los médicos recetar opiáceos para el mantenimiento de una adicción, a excepción de las clínicas de metadona o médicos con una licencia especial para recetar Buprenorfina. Con el uso a largo plazo y el dolor crónico, la distinción entre el tratamiento continuo del dolor y el mantenimiento de una adicción a menudo es difícil de determinar. Con el aumento en las sobredosis relacionadas con los opiáceos y la creciente evidencia de que el tratamiento a largo plazo con opiáceos a menudo no es efectivo para el dolor crónico, muchos médicos son reacios a continuar prescribiendo opiáceos.

Además, la respuesta de la aplicación de la ley ha sido enjuiciar a los médicos que consideran “empujadores de pastillas” (a veces las autoridades tienen razón al respecto) en lugar de educar a los médicos y pacientes sobre la necesidad de evitar el tratamiento crónico con opiáceos si es posible. Esto lleva a que los médicos teman al consejo médico o emprendan acciones legales si recetan opiáceos. ¿Es esta la forma correcta de tratar a los pacientes? A menudo, la respuesta es no, pero es nuestro entorno legal actual.