La posibilidad de adquirir herpes neonatal después del nacimiento es un riesgo para cada bebé. Cuando ocurren tales infecciones, la causa es casi siempre HSV-1, que se transmite de un adulto que tiene una infección oral (herpes labial). En muchos casos, el adulto es un miembro de la familia que no tiene idea de que la irritación leve del herpes labial puede ser peligrosa para un bebé con un sistema inmune inmaduro.
Para ayudar a proteger a su bebé, eduque a los miembros de la familia sobre el peligro del herpes labial. No bese a su bebé cuando tiene una llaga activa, y también pídales a sus amigos y parientes que no lo hagan. Además, si tiene un brote de herpes genital, asegúrese de lavarse las manos antes de tocar al bebé. No se requieren precauciones extremas. No hay riesgo de abrazar al bebé, amamantarlo o tenerlo acostado con usted.
¿Estás preocupado por tener un bebé saludable?
