Esta es una muy buena pregunta y una que me pregunto con frecuencia, al deliberar sobre la mejor opción para un paciente individual. La primera pregunta es si un medicamento antiarrítmico (como la amiodarona) es la mejor estrategia para un individuo en particular, y si la amiodarona es el agente antiarrítmico de elección. La amiodarona puede ser muy eficaz para tratar la fibrilación auricular, sin embargo, rara vez es mi primera opción, debido a la posibilidad de varias toxicidades relacionadas (aunque el riesgo de estas es muy lento a las dosis de amiodarona utilizadas actualmente). Para ciertos individuos, la amiodarona es el mejor antiarrítmico. En general, se debe probar al menos un agente antiarrítmico antes de pasar a la ablación. Un cardiólogo o electrofisiólogo cardíaco puede guiar mejor la terapia antiarrítmica y recomendar la ablación. Si un paciente es intolerante o si la fibrilación auricular no está adecuadamente controlada por antiarrítmicos, un procedimiento de ablación puede ser un próximo paso apropiado. Una recomendación para proceder a la ablación debe considerar la carga de síntomas, la presencia de comorbilidades (hipertensión, diabetes, insuficiencia cardíaca) y el patrón de fibrilación auricular, paroxística versus persistente. Para la fibrilación auricular paroxística (los episodios duran 7 días), se realiza más ablación con menos probabilidad de éxito a largo plazo.
¿Es mejor tomar amiodarona o ablación para AFib?
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Un cardiólogo que escribió en Medscape sugirió recientemente que no había ninguna intervención para Afib que fuera tan poderosa como el ejercicio y la pérdida de peso.
http://www.medscape.com/viewarti … (Debe crear una cuenta para leer el artículo, las cuentas son gratuitas).
Desde ese enlace de arriba:
Una fue una serie de comentarios sobre mi publicación Necesario de Fibrilación Auricular en theheart.org . La publicación describe el hecho de que los factores del estilo de vida, y no la mala suerte, juegan un papel central en la fibrilación auricular y su tratamiento. Creo que esta investigación, realizada por científicos de Adelaide Australia, es el trabajo más importante de toda la electrofisiología.
Los australianos están exponiendo nuestro punto ciego. Sus hallazgos nos obligan a considerar la FA como una enfermedad adquirida modificable. Modificable no con drogas, congelaciones o quemaduras, sino con elecciones simples de estilo de vida. Lo que comemos, cómo dormimos, cuánto peso llevamos, estas son las cosas que importan para la salud de nuestras aurículas. Lo que hace que el trabajo australiano sea tan convincente es que conectan la ciencia y la fisiología básicas con los resultados clínicos del mundo real.
Es importante señalar que la marca de intervención de estilo de vida de Adelaide es agresiva. Se inscriben pacientes con sobrepeso en una clínica dirigida por médicos donde se abordan múltiples áreas de la salud. Estos pacientes obtienen resultados. Su peso disminuye, la presión arterial cae, el sueño mejora, el azúcar en la sangre disminuye, el consumo de alcohol cae en picado. A través de estos efectos antifibriladores sucede algo más: se sienten mejor. Imagínate.
Podría ser que el paciente en cuestión esté demasiado enfermo por una o ambas opciones, en cuyo caso los cardiólogos de este sitio tendrán que responder.