Si usted es uno de mis pacientes, le pican los dientes por la misma razón por la que oye que los autos se hablan entre sí. Está encarcelado en una prisión estatal, sabe de medicamentos que pueden aplastarse y resoplarse con fines recreativos, y quiere algo.
Salud. Eres una de las razones por las que amo mi trabajo. 🙂