¿Qué tan grande de una amenaza son los superbugs?

¡Una gran amenaza!
Los últimos 60 años nos hemos vuelto dependientes de tener antibióticos para combatir infecciones. Desafortunadamente, los super bichos como el MRSA han evolucionado como resultado directo de nuestro uso o uso excesivo de antibióticos.

Si cada antibiótico dejara de funcionar, muchas infecciones fácilmente tratables, como la faringitis estreptocócica, la infección del oído o una laceración cutánea infectada, podrían ser mortales. ¡El primer paso para resolver este problema es dejar de recetar antibióticos innecesariamente!

Sin embargo, no todo es negativo, el progreso se sigue haciendo de nuevas maneras para combatir este problema. Recientemente, los investigadores encontraron un nuevo antibiótico: el avance del antibiótico mata las bacterias resistentes a los medicamentos, y otras investigaciones siguen encontrando nuevas formas de lidiar con la resistencia a múltiples fármacos: una nueva forma de eliminar las bacterias resistentes a múltiples fármacos.

Esperemos que podamos llegar al término de este problema antes de que comience a matar a miles de personas por día.

La respuesta de Tommy Lidström es buena, pero omite algunos puntos vitales. Primero, los “supermicrobios” no son más virulentos que sus primos “comunes”; es decir, no es más probable que lo infecten o causen enfermedades. La razón por la que son un problema es que, una vez que estás infectado, es más difícil tratar la infección porque muchos antibióticos comunes no funcionan.

Tommy también está en lo cierto al decir que existen superbacterias porque las causamos, al aplicar una presión de selección a las bacterias, con el uso indiscriminado de antibióticos. Sin embargo, la resistencia a los antibióticos no es nada nuevo: Pseudomonas puede crecer con penicilina usándola como fuente de nutrientes.

Tommy tiene razón en que las superbacterias representan una amenaza importante, pero tenemos dos ases en la manga. Primero, tenemos conocimiento de bioquímica, lo que significa que podemos idear nuevos antibióticos basados ​​en nuestro conocimiento de la estructura de los componentes bacterianos. En segundo lugar, nos gusta pensar que inventamos antibióticos, pero no lo hicimos: simplemente observamos algo que la naturaleza ya estaba haciendo. Por lo tanto, en lugar de crear nuevos antibióticos, podríamos evolucionar forzando a diferentes microbios a competir entre sí en el laboratorio.

Entonces, ¿una amenaza? Sí. ¿Una insuperable? Probablemente no, al menos por ahora.