La información obtenida de una tomografía computarizada no es una imagen, sino un gráfico cartesiano de las densidades de absorción de rayos X a través de una porción planar de la persona en el punto seleccionado. Esta gráfica se deriva de una gran cantidad de mediciones de absorción tomadas a medida que el tubo de rayos X gira alrededor del área objetivo. Un algoritmo, conocido como ‘retroproyección’, luego calcula cuál debe haber sido la densidad del segmento objetivo para dar las mediciones registradas. Estas densidades se llaman ‘Unidades Hounsfield’, según el físico que inventó la TC en 1973. Al agua se le asigna arbitrariamente el valor de cero.
Los tonos de gris se asignan a estas densidades derivadas, siendo más denso, más claro, para dar una imagen que se puede ver e interpretar.