El VIH se transfiere a los humanos como resultado de la muerte y el consumo de los chimpancés, o de que su sangre se hunda en heridas o cortes en las personas durante la caza. Normalmente, el cuerpo del cazador habría luchado contra el SIV, pero en algunas ocasiones el virus se adaptó a sí mismo dentro de su nuevo huésped humano y se convirtió en VIH-1.
Utilizando la muestra de VIH más antigua que se conoce, los científicos han podido crear una ascendencia ‘de árbol genealógico’ de transmisión del VIH, lo que les permite descubrir dónde comenzó el VIH.
Sus estudios concluyeron que la primera transmisión de SIV al VIH en humanos tuvo lugar alrededor de 1920 en Kinshasa en la República Democrática del Congo (RD Congo)