Estados Unidos dice ser un país libre. Los precios en los países no comunistas no comunistas libres son el resultado del equilibrio entre la oferta y la demanda, y los estadounidenses son, por lo tanto, libres de decidir, bajo su propio riesgo, cuánto o cuánto dinero solicitan al vender sus bienes o servicios.
Dado que el tratamiento médico se proporciona directamente a los usuarios finales y no es intercambiado por intermediarios, no existe competencia de intermediarios de tratamiento médico. La menor demanda de los consumidores sí ejerce una presión a la baja sobre los precios del tratamiento médico, pero una mayor demanda o una disponibilidad insuficiente de la misma ejercen una presión al alza.
En los Estados Unidos, la ayuda social para los necesitados es un asunto de las ONG (= organizaciones no gubernamentales, que no están orientadas a los beneficios). Sin embargo, dado que EE. UU. Es una democracia libre, los estadounidenses estadounidenses son libres de cambiar a más regulación gubernamental, más socialismo o incluso a un comunismo totalmente regulado por el gobierno por mayoría de votos si así lo desean.