Pobre control de los niveles de glucosa en sangre utilizando sus métodos actuales durante las pruebas diarias.
Nivel de A1C elevado durante las pruebas de rutina, o A1C que no ha mejorado a pesar del tratamiento más agresivo.
Exacerbación de comorbilidades diabéticas (es decir, peor dolor en el nervio diabético, problemas de la piel, necrosis, aumento de peso, problemas de visión, hinchazón)