Como otros han mencionado, mucho depende de la composición genética de las metástasis, es decir, sus receptores de hormonas. La forma más tratable es aquella con receptores de estrógeno positivos y cáncer de mama positivo para receptores de andrógenos. En teoría, dado que la testosterona libre pasa a través de la barrera hematoencefálica (BBB) al igual que los inhibidores de la aromatasa, esta combinación podría usarse como un tratamiento efectivo. En un estudio de caso que informa sobre una mujer de 90 años con cáncer de mama invasivo (Ver: respuesta rápida del cáncer de mama a neoadyuvante intramamario …: menopausia), este tratamiento redujo el volumen del tumor 12 veces en solo 3 meses. En una charla dada más tarde por el Dr. Glaser en España, se observó que, después de 7 meses, el volumen tumoral se había reducido 33 veces. Dado que este tratamiento es de naturaleza sistémica, habría alcanzado cualquier metástasis que pueda haber estado en el cerebro. Sin embargo, no hay informes de que alguien haya probado este protocolo con ninguna mujer con metástasis cerebrales de cáncer de mama.
Para el cáncer de mama triple negativo, hay algunas líneas celulares en las que los genes de receptores de alógeno-alfos se translocan al receptor de andrógenos, lo que significa que la testosterona ahora promueve el crecimiento del cáncer en lugar de inhibirlo.