La orina es un fluido de diagnóstico junto a la sangre. Se produce un cambio en la composición de la orina en algunos trastornos endocrinos, muchas enfermedades metabólicas e infecciones del riñón, la pelvis renal, el tracto urinario, la vejiga urinaria, la próstata y la uretra.
Trastornos endocrinos: diabetes mellitus, diabetes insípida, etc.
Trastornos metabólicos: fenilcetonuria, alcaptonuria, porfiria, deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, ictericia hepática y post-hepática, etc.
Patologías del sistema urinario: glomerulo-nefritis, síndrome nefrótico, infecciones del tracto urinario, tuberculosis y carcinoma de riñón, defecto tubular renal, tumores de la vejiga urinaria, etc.