El hecho de la cuestión es…
“Las mujeres después de los cuarenta solo enfrentan una condición médica, ¡el desequilibrio metabólico y hormonal!”
Esta única afección médica no se reconoce bajo una plétora de enfermedades nombradas como diabetes, hipertensión, dislipidemia, hipotiroidismo, trastorno perimenopáusico y menopáusico, enfermedad fibroquística de la mama, cáncer de mama, fibroma uterino, cáncer endometrial, cáncer de cuello uterino, otros cánceres, osteoporosis, osteoartritis, Cardiopatía isquémica, enfermedad de la arteria coronaria, accidente cerebrovascular, demencia, Alzheimer, parkinsonismo, depresión, ansiedad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infección recurrente del tracto urinario, anemia, fatiga crónica y muchos otros. Por lo tanto, casi todos los síntomas conocidos por la humanidad que pueden ocurrir en una mujer pueden ocurrir a las mujeres después de los cuarenta.
Todas las enfermedades ” nombradas” mencionadas surgen como resultado del desequilibrio metabólico y hormonal. Tal desequilibrio surge de una combinación de factores genéticos, mala elección de la dieta, falta de ejercicio, malas elecciones de estilo de vida, deficiencia de nutrientes y el envejecimiento natural del reloj biológico.
Por lo tanto, lógicamente se deduce que si los desequilibrios se abordan integralmente se puede evitar o, al menos, mitigar el impacto negativo típico de las “enfermedades relacionadas con la edad” y llevar una vida enriquecida. Esta es la esencia de la práctica de la medicina funcional.
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