NO NECESITA disculparse por decir mal comportamiento y establecer límites apropiados. A menos que su trabajo o su hogar dependan de su “perdón”, no cave.
Si realmente la necesitas, tranquilízala mientras secretamente creas un plan claro sobre cómo liberarte. Ella va a ver tu apaciguamiento como un permiso para maltratarte, y luego lo acelerará para “castigarte” por tener el coraje de llamarla en el pasado.
Esto no terminará bien, a menos que esté (muy silenciosamente) creando una estrategia de salida.